Hoy mismo ha decidido vaciar de cosas viejas su alma y su armario ropero.
Su alma ha quedado
limpia de malos recuerdos, de rencores, de malentendidos, de orgullos, de
vanidades… De todo lo que se queda estancado y duele en lo más profundo y crea ardores de estómago, cansancio,
tristeza, desamor; la puerta abierta a
todo tipo de dolencias físicas y anímicas. Ha decidido hacer una selección
entre todas sus vivencias y quedarse sólo con lo que le hace sentirse bien y
con energía en su día a día.
Su armario ha quedado vacío de abrigos que la descobijaban cuando
más necesitaba calor y cariño, de vestidos en los que no era ella, la mariposa
en la que se ha convertido, sino telas raídas de la crisálida que fue. Ha
quedado vacío de bolsos llenos cachivaches sin sentido: pintalabios de colores
absurdos, para labios que buscaban besos y palabras de aprobación, con tal de sobrevivir a toda costa. Bolígrafos
secos que ya no podrían escribir cuentos de hadas, ni cartas de amor, ni versos. Peines que ya no hundirían sus púas en la melena que fue su orgullo.
Pantalones talla XXL por si engordaba, trajes talla S por si adelgazaba...
Un armario en peligro de derrumbarse del peso de sobrellevar
el pasado y el futuro sobre su madera ya vieja. Un alma ya demasiado asustada por el lastre de
una memoria aturdida.
Después ha dado cera al ropero y le ha contado chistes a su
alma. Y los dos se han reído de su chispa, y los dos han vuelto a ser originales y
mágicos otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario