ALGUIEN ROBÓ DEL CIELO LOS OCASOS
Alguien robó del cielo los ocasos,
el rojo de las nubes y el silencio
que mi alma atormentada tanto anhela,
a fin de hallar cordura y armonía.
Alguien quitó del mar olas y espumas,
colchón lleno de sales y frescura
que mi cuerpo cansado y afligido,
gratuitamente halló siempre dispuesto.
Alguien robó la nieve
del invierno,
quietud que del espacio descendía,
pintando de ilusión y fantasía
mis ojos deshojados y desiertos.
Alguien robó las lilas de la hierba,
mullida y suave alfombra florecida
que agrietados de andar por los caminos,
mis pies con gratitud siempre pisaban.
Alguien robó la luna, las estrellas,
los pájaros, las frutas, las tormentas,
pero nunca jamás pudo robarme
la musa que fluía por mis venas.
Lo tengo editado en la Web de "Mundopoesia"
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